Desde hace 121 años, Viña Ocucaje SA produce vinos y Pisco de alta calidad, en sus bodegas propias situadas al Sur de la Ciudad de Ica, en el valle que es el paraíso paleontológico mundial, Valle de Ocucaje.

Siendo una empresa familiar desde sus inicios, el cuidado en la elaboración de sus líquidos siempre ha sido una constante. Nos preocupamos de cada una de nuestras creaciones como los padres se preocupan de sus hijos, porque el espíritu de familia, siempre se mantiene presente.

A lo largo de su larga historia, Piscos y Vinos Ocucaje han ganado numerosos premios en los más prestigiosos concursos internacionales teniendo todo tipo de medallas, en Bruselas, Bélgica; Sevilla, España; Reims, Francia; y por supuesto en los concursos nacionales de los que participamos.

Los registros históricos muestran que los cultivos de vid en el valle de Ocucaje se remontan a la época del virreinato, los que pronto trajeron consigo una producción artesanal de vinos y piscos que a su vez estimuló la fabricación de tinajas y botijas de arcilla. En el siglo XVIII las tierras del valle y complejo artesanal de producción de vinos y piscos pasaron a manos de los Jesuitas los que le dieron un impulso especial a la plantación de vid y la producción de bebidas espirituosas.

Luego de la expulsión de los jesuitas por el Virrey Abascal, la propiedad de las tierras de Ocucaje y de su complejo artesanal de producción de Piscos y Vinos pasó por varias manos, hasta que en 1898 se crea la primera Sociedad, formada por la familia Zunini, quienes se convirtieron en los nuevos grandes impulsadores de la producción de piscos y Vinos en esta zona del país.

Años después, Don Virgilio Rubini se convirtió en colaborador de la empresa hasta que en 1928 se convirtió en accionista y luego de ardua labor, de lanzamientos innovadores para la época, Don Virgilio revolucionó el mundo de la Vid en Perú, convirtiéndose en el gran protagonista del desarrollo de vinos y piscos que la región Ica ha mantenido hasta el día de hoy.

Viña Ocucaje siempre fue pionera y hoy en manos de la familia Eljuri, sigue siendo un ejemplo de impulso e innovación.